PREGÓN DE LAS FIESTAS DE LA VILLA 2005
Por Jorge Reyes
Queridos Vecinos de la Villa, conocidos, amigos, y sobretodo familiares.
La otra tarde el Presidente de la Asociación, Francisco Collado López, el primo Paco, me encargó hacer el pregón de este año.
Primero pensé, en el honor que suponía escribir estas palabras, pero después me di cuenta que tan solo conozco estas tierras desde hace 6 años, cuando vine por primera vez con mi novia Isabel, ahora mi mujer.
Como dicen los buenos de mis primos, pertenezco al sector Madrid de la Asociación, un sector trabajador y entusiasta por el día, y divertido e incansable por la noche. ¡¡ASÍ SOMOS LOS DE MADRID!!
Entre vosotros he aprendido en los pocos días que compartimos cada año, a disfrutar y apreciar algunas cosas.
Primero, el amor que a esta tierra se tiene. Todos sin excepción cuando hablan del pasado duro aquí en La Villa, sin luz, sin agua, sin comodidades… Bueno, pues a todos se os iluminan los ojos, lo recordáis como una parte importante en vuestra vida.
Y evidentemente algo tendrá La Villa cuando cada año, en mi caso desde Madrid, reservo unos días para venir a convivir a este cortijo.
Segundo, he vuelto a descubrir que hay cielo y estrellas. Aquí ese milagro todavía se disfruta y entre todos debemos conservarlo. Como dice un primo después de venir de la playa: “El mejor sitio para estar es La Villa”.
Tercero, el respeto a nuestros mayores. Algo que en nuestra sociedad se está perdiendo y que aquí en La Villa todavía existe. Aquí los Tíos y los Abuelos son los Tios y los Abuelos y les damos gracias por ello.
Por último me gustaría decirle a la familia que me acogió hace 6 años GRACIAS, muchas Gracias por ser como sois.
Al tito Germán y a la tita María, al tito Mateo y a la tita Flora, al tito Juan y a la tita Carmela, al tito Antonio y a la tita Isabel, al tito Fernando y a la tita Paquita y por supuesto a Pepe y a Cele, mis suegros, por tener la familia que tienen.
También y no los voy a nombrar a todos, a los primos. Os quiero a todos.
Y recordar a una mujer que no tuve el honor de conocer y que por lo que me han contado tenía un espíritu de mujer trabajadora y era capaz de reunir a toda la familia junto a ella. Un beso a la Abuela Isabel. Gracias por todo.
Nada más, espero que desde el amor que aquí se respira y desde el trabajo que todos aportamos a la Asociación, esta convivencia dure muchos años.
Y ahora a disfrutar de la fiesta porque todavía nos quedan cosas que vivir este año. Mañana será otro gran día.
Todavía quedan cosas que con seguir para La Villa, pero poco a poco las iremos consiguiendo.
Venga, tiempo para disfrutar de la fiesta. Gracias por vuestra presencia y a pasarlo bien.